07-12-06

ACTO PLACA ESTANCILLA



INVITACIÓN - DISCURSO - FOTOS


...Si Ya Comenzaste, ¡¡Hazme Rechupete Hasta el Final!!




INVITACIÓN



Tenemos el agrado de hacerte llegar esta invitación que se adjunta y que esperamos nos ayudes a difundir.

Esperamos sinceramente que este esfuerzo realizado logre representar el sentir de todo un pueblo que reconoce, acepta y se hace cargo de sus combatientes y de su historia.

La tarea es seguir luchando por la justicia y el fin de la explotación del hombre por el hombre.

Hoy, cuando la lucha de clases se lleva a cabo en tan desiguales condiciones, cuando la burguesía ve crecer sus arcas y cuenta con todo un Estado que le coopera y le protege mientras la clase trabajadora cuenta -por ahora- sólo con su capacidad física, intelectual y el gran desafío de constituirse en una sola fuerza, capaz de ofrecer resistencia... para finalmente triunfar.

Hoy, cuando para algunos resulta más cómodo callar y olvidar nosotros decimos:


¡¡LA LUCHA CONTINÚA!!
¡¡HONOR Y GLORIA
A NUESTROS COMBATIENTES!!




Agradecidos,COMISION ORGANIZADORA PLACA ESTANCILLA







DISCURSO CENTRAL



Familiares y amigos de los caídos,
Compañeros de historia,
Compañeros de trinchera todos:


La Comisión Organizadora de la Placa Estancilla desea entregar el más afectuoso de los saludos a cada uno de los que hoy nos acompañan en este homenaje con sentido de futuro.

Y decimos con sentido de futuro… porque los siete combatientes recordados entregaron sus vidas para que otros pudiesen seguir viviendo, y no para quedarnos anclados en las sombras de la dictadura. Ellos lucharon por la democracia, por esa donde el pueblo construye, con sus propias manos, su destino. Y ese poder del pueblo, amigos, es la deuda pendiente, es la tarea para el presente y el futuro heredada por los compañeros.

Porque dicen que esto es democracia ¿Cómo vamos a estar en democracia, señora Bachelet, si los criminales que destruyeron familias, sembraron el terror, desaparecieron cuerpos, torturaron, fusilaron, que mandaron a cometer atrocidades y las ejecutaron, aun siguen comprando, libremente, en cualquier local, como cualquier hijo de vecino?

Hoy, cuando el dictador está inventando nuevas agonías para no ser juzgado, se escuchan voceros de distintos sectores que hablan de no mirar al pasado; todos debemos encaminarnos hacia un futuro exitoso, prometedor, hacia el denominado progreso. La paz social, entonces, se fundamenta en el olvido y el futuro se construye sin historia, ni responsabilidad, sin culpables y sin errores cometidos.

La justicia para los criminales se ampara en la ley de impunidad impuesta por la dictadura. ¿Qué democracia se construye en base a la impunidad y al olvido, señor Alwyn, señor Frei, señor Lagos, señora Bachelet? Esta impunidad, ese olvido de las atrocidades cometidas y de los responsables, sólo envilece nuestra convivencia nacional. Porque aquí, y en la quebrada del ají, se sabe bien que SIN JUSTICIA NO HAY PAZ. Y sin paz, y sin justicia, no hay democracia verdadera.

Más de una década y media de gobiernos de la Concertación -y cogobiernos de la derecha y de los patrones- han agotado las ilusiones que una parte del pueblo puso en el retorno de la democracia. Los problemas actuales son los mismos que los de aquel tiempo: salud, vivienda, educación… todos reciben duros golpes del modelito económico, ese mismo que se ha perfeccionado y profundizado por la Concertación.

Y las políticas de Pinocho persisten… encarnadas en los Matte, en los Angelinnis, los Lucksic, los Piñeras… y aplaudidas por los Aylwin, los Frei, los Lagos y las Bachelet, y todos los congresistas y todos los jueces de la Corte Suprema.

Mirar hacia el pasado y ver la obra de Pinocho no es resentimiento cegado, rabia inconciente, vivir pegados en el pasado, sino es ver las atrocidades que hizo y las atrocidades que se palpan en la actualidad. Mirar el pasado es ver el porqué se lucra sin frontera con la vida de miles de niños inocentes, con la vida de millones de trabajadores explotados, con la naturaleza que ha sido testigo silenciosa de millones de sucesos (como este río Cau Cau que sintió el último suspiro de dos de los nuestros).

Basta mirar a nuestra sociedad para darnos cuenta que el hambre aun persiste, que faltan viviendas dignas, que no se tiene asegurado el derecho a la salud, que la explotación del hombre y de la naturaleza es una realidad…

Y por más que nos intenten convencer de que estamos en vía de desarrollo, no debemos obviar que a tanta riqueza en nuestro país y en nuestro mundo, aún se sigue generando y profundizando la pobreza y desesperanza en millones de hombres y mujeres de esfuerzo. Ni más computadores, ni más escaleras mecánicas, ni más mall nos podrán ocultar que el conocimiento sigue siendo dirigido para ser mano de obra barata y funcional; que el medio ambiente está en permanente peligro de muerte; que las ilusiones que se venden en el mercado no son soluciones a nuestros problemas cotidianos.

En este contexto debemos impulsar la promoción y defensa de los derechos del pueblo, y avanzar en la construcción de un nuevo Chile, basado en un proyecto político democrático y popular, amparado en el poder de las bases sociales.

O sea, sustentado por el Poder Popular presente en cada territorio y localidad, que sean los sujetos sociales aquellos que vayan generando soluciones a las distintas problemáticas y que se vaya ganando terreno a través de la activa movilización del pueblo. No depender de las migajas de los poderosos ni de su política del correo, sino que liberarnos, paulatinamente, de sus condiciones de opresión, marginación y explotación.

Eso es por lo que lucharon cada uno de nuestros compañeros caídos. Su compromiso fue para derrocar la dictadura y conquistar la democracia. Se endurecieron sin perder la ternura, y sumidos en la clandestinidad se abocaron a la reconstrucción de la resistencia popular, en la búsqueda del Poder Popular, el Poder para las mayorías y no de las minorías apitutadas y corruptas.

Pero ellos no han muerto, porque…




En cada niño que no tiene tiempo para la niñez estará Rogelio
En cada Mapuche al que le arrebatan la tierra estará el Raúl
En cada minero que arriesga la vida en el pirquén estará Juan José
En cada Poblador sin casa estará Mario Mujica
En cada trabajador cesante estará Luciano
En cada Pescador Artesanal estará Mario Octavio
En cada estudiante sin plata para estudiar estará Nelson





Ni un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha encaminada hacia nuestra liberación… por ellos, por el pueblo.

Esta placa, que por ahora está cubierta por la bandera de la resistencia antidictatorial, no simboliza el olvido. Simboliza el recuerdo de un pasado trágico pero aleccionador; simboliza un presente de compromiso con cada uno de los caídos y de reapropiación de su ejemplo; y simboliza un futuro lleno de esperanzas, de lucha y de conciencia, de amor y alegría en la construcción cotidiana.



AQUÍ NADIE MUERE COMPAÑERO.



EL MEJOR RECUERDO ES LA ACTIVACIÓN DE LA TRINCHERA POPULAR

POR LA DIGNIDAD, LA JUSTICIA, LA IGUALDAD, LA LIBERTAD, LA HERMANDAD, EL AMOR.

HASTA EL ABRAZO DE LA VICTORIA FINAL, COMPAÑEROS.



“Queden aquí sus nombres
No importa que esta piedra se disuelva en el viento
No será esta materia la que encienda
Sus voces.”(Omar Lara)


Valdivia, 8 de diciembre del 2006





ALGUNAS FOTOS (de J.R. Salinas, citar)







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